Mejora de la fuerza física

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los niños pequeños con problemas de movilidad es que su fuerza física se ve mermada debido a que hay grupos musculares que no pueden utilizar con frecuencia. Sin embargo, con la ayuda de un exoesqueleto, estos niños podrán realizar acciones que, de otro modo, le resultarían extremadamente complicadas, como, por ejemplo, levantarse de una silla o subir escaleras. Por lo tanto, el uso de un exoesqueleto pediátrico permite no solo que su rango de movimientos se vea incrementado de manera controlada y gradual, sino también que su musculatura se fortalezca paulatinamente gracias a la repetición de estos movimientos.

Incremento de la actividad

Contar con un exoesqueleto le permite a los niños con movilidad reducida ser capaces de realizar tareas que, de otro modo, le resultarían imposibles, especialmente las más esenciales. Gracias a ello, se pueden mantener más activos y ganar autonomía, lo cual no solo es positivo a nivel físico, sino también a nivel psicológico, puesto que mejora su autoestima y su afán de superación. Y, además, podrán realizar actividades durante más tiempo, pues el exoesqueleto también ayuda a reducir la fatiga que pueden sufrir al mantenerse en movimiento durante un periodo prolongado.

Aumento de las relaciones sociales

El hecho de utilizar un exoesqueleto pediátrico hace que las relaciones sociales de los niños se vean mejoradas, ya que se incrementa su capacidad para participar en distintas actividades y para generar nuevas dinámicas con sus compañeros y amigos. Todo ello favorece la creación de nuevos lazos de amistad, así como facilita su integración y potencia su sentimiento de pertenencia. Algunos exoesqueletos pediátricos, como EXPLORER, se pueden utilizar en el exterior, por lo que el rango de actividades disponibles para realizar con niños de su edad se incrementa notablemente.

Impacto positivo en la salud

El uso de un exoesqueleto tiene un impacto general en la salud de los niños, más allá del incremento de la fuerza física y del bienestar emocional. El hecho de que puedan moverse con mayor facilidad y de que puedan realizar ejercicio diario de moderado a intenso mientras están utilizando este dispositivo implica una reducción del sedentarismo y de riesgos asociados a enfermedades del corazón, obesidad, colesterol, diabetes, etc.

Mejora de la situación familiar

Contar con un exoesqueleto pediátrico en el domicilio es de gran ayuda para los niños porque pueden volverse más independientes y realizar por sí mismos tareas y actividades que antes no podían. Esto tiene un gran efecto transformador en el entorno familiar, pues también permite a los padres explorar otras formas de apoyar y de relacionarse con su hijo. Y, además, reduce la carga y el estrés de las personas cuidadoras, aportando a su vez una sensación renovada de esperanza y motivación en un entorno más cooperativo.

Los beneficios de los exoesqueletos pediátricos en la rehabilitación infantil son notables y permiten que los niños con problemas de movilidad vean mejoradas todas las facetas de su vida tanto en el presente como en el futuro. En Marsi Bionics somos expertos en el desarrollo de exoesqueletos para los más pequeños y estamos convencidos de que nuestros dispositivos ayudarán a tu hijo a mejorar su calidad de vida en todos los sentidos.